"Et lux in tenebris lucet" (Jn 1, 5)

"Et Lux in tenebris lucet" (Jn 1, 5)
ESTE BLOG, APOYÁNDOSE EN JESUCRISTO Y SUS VALORES, TIENE UNA FINALIDAD DE CARÁCTER EDUCATIVO, BUSCANDO, DESDE EL MENSAJE DEL EVANGELIO, CREAR EN LOS JÓVENES UNA CONCIENCIA CRÍTICA, BASADA EN LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD DESDE LA INTERIORIDAD, LA REFLEXIÓN, LA FRATERNIDAD Y LA LIBERTAD RESPONSABLE.

jueves, 3 de marzo de 2011

MIÉRCOLES DE CENIZA


Con el miércoles de ceniza se inicia el tiempo litúrgico de la cuaresma. Cuarenta días de preparación para celebrar los Misterios de nuestra fe: la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús. Sin duda, el cuarenta es un número simbólico en la Biblia; tiempo de sacrificio, pero tiempo de espera gozosa en el señor: 40 días pasó el Señor ayunando en el desierto (Mt 4, 1-2); 40 días estuvo Moisés con Dios en el monte Sinaí (Ex 24, 18) y 40 años estuvo el pueblo hebreo en el desierto hasta llegar a la Tierra Prometida (Nm 14, 33).
 A través del gesto de la imposición de la ceniza se nos recuerda nuestra poquedad, nuestra frágil condición, que solamente en Dios encuentra esperanza. Las palabras que acompañan al gesto de la imposición de la ceniza en nuestras cabezas, "conviértete y cree en el Evangelio" (Mc 1, 15) expresan esa realidad. Se nos invita a volvernos hacia Dios para, asumiendo nuestra condición, entrar en un proceso de conversión a través de la oración, el sacrificio y el ayuno.
Dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos, de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará" (Mt 6, 1-6.16-18)