"Et lux in tenebris lucet" (Jn 1, 5)

"Et Lux in tenebris lucet" (Jn 1, 5)
ESTE BLOG, APOYÁNDOSE EN JESUCRISTO Y SUS VALORES, TIENE UNA FINALIDAD DE CARÁCTER EDUCATIVO, BUSCANDO, DESDE EL MENSAJE DEL EVANGELIO, CREAR EN LOS JÓVENES UNA CONCIENCIA CRÍTICA, BASADA EN LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD DESDE LA INTERIORIDAD, LA REFLEXIÓN, LA FRATERNIDAD Y LA LIBERTAD RESPONSABLE.

miércoles, 30 de marzo de 2011

LOS EXCESOS DE LA ILUSTRACIÓN



Paul Klee, Angelus Novus (1920)

"Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus Novus. Se ve en él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que arroja a sus pies ruina sobre ruina, amontonándolas sin cesar. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido. Pero un huracán sopla desde el paraíso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Este huracán lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas crece ante él hasta el cielo. Este huracán es lo que nosotros llamamos progreso" (Walter Benjamin, Sobre el concepto de historia)
La Ilustración, surgida en el siglo XVIII, según la define Kant, "es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad". Su lema,  Sapere aude! (¡ten valor para servirte de tu propio entendimiento!), pretendía que el hombre asumiera las riendas de su propio destino montado en el caballo de la Razón. Por Siglo de las Luces, debido al carácter iluminador que pretendía para el espíritu humano, se conoció al XVIII.  La Ilustración pretendió construir un mundo mejor apoyándose en el racionalismo, en el empirismo y en el pragmatismo, en definitiva en el método cartesiano. Sin duda, los objetivos, grosso modo, perseguidos por los Ilustrados eran nobles y sus consecuencias positivas han llegado a nuestros días en forma de progreso económico, científico y social. Sin embargo, la Ilustración carecía de valores morales firmes: se olvidó de Dios. Esto ha ocasionado que su influencia negativa haya llegado a nosotros, con especial intensidad en el siglo XX, donde el desprecio por la vida y la dignidad de las personas quedó patente en los años previos y durante la Segunda Guerra Mundial (Fascismo, Nazismo, Holocausto). Theodor Adorno y Max Horkheimer, pertenecientes a la Escuela de Frankfurt, en su obra Dialéctica de la Ilustración (1947), manifestaron los negativos efectos de esta corriente. La Razón se ha convertido en el nuevo "dios" en el que la sociedad moderna ha puesto sus esperanzas. La ciencia en el valor supremo que hay que perseguir "per se". En definitiva, el ser humano esclavo de su dominio. Los medios ya no se cuestionan, los fines priman y, desarraigados de firme suelo de los valores, conducen en muchas ocasiones a la barbarie. El ser humano se ha convertido, así, en nuestros días en un mero  medio del propio progreso, sometido al dominio del utilitarismo y del consumismo, obnubilado y esclavizado por el falso ideal de un aparente avance sin destino.