"Et lux in tenebris lucet" (Jn 1, 5)

"Et Lux in tenebris lucet" (Jn 1, 5)
ESTE BLOG, APOYÁNDOSE EN JESUCRISTO Y SUS VALORES, TIENE UNA FINALIDAD DE CARÁCTER EDUCATIVO, BUSCANDO, DESDE EL MENSAJE DEL EVANGELIO, CREAR EN LOS JÓVENES UNA CONCIENCIA CRÍTICA, BASADA EN LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD DESDE LA INTERIORIDAD, LA REFLEXIÓN, LA FRATERNIDAD Y LA LIBERTAD RESPONSABLE.

sábado, 15 de octubre de 2011

XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


La moneda del tributo. Rubens (c. 1612)

 
 

Denario del Tributo. Anverso Tiberio (14-37). Reverso Livia, madre de Tiberio, como diosa Pax
 
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no te fijas en las apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?» Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «¡Hipócritas!, ¿Por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto». Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién son esta cara y esta inscripción?» Le respondieron: «Del César». Entonces les replicó: «Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios» (Mt 22, 15-21)
Este pasaje nos muestra cómo los fariseos tratan de tender una trampa a Jesús. La respuesta de Jesús desactiva sus pretensiones, al tiempo que nos muestra los verdaderos valores del Reino de Dios. La opción de los cristianos se centra en buscar a Dios y su justicia, en cambio los poderes del mundo han convertido el dinero en el centro de la actividad humana. La crisis económica y moral que atravesamos pone de manifiesto que el camino que hemos elegido no es el adecuado. Si vivimos como si Dios no existiese terminaremos sumidos en la desesperanza y el peso de los días se nos hará insoportable. El verdadero sentido de la vida pasa por Dios, y toda nuestra actividad como criaturas, imágenes del Creador, debe orientarse en construcción de su Reino; de esta forma, podremos caminar como "peregrinos" en este mundo, esperanzados, con la mirada puesta en encuentro final con el Señor.